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Matemáticas Áureas

Declaración matemática

Niña, me postro a tus pies

para pintar la pasión

que abrasa mi corazón

como dos y una son tres.

Escucha mi amor vehemente,

pues des que te he conocido

continuamente ha crecido

en progresión ascendente.

Que me quieras solicito

y ésta no mires esquiva:

si es mi beldad negativa

mi cariño es infinito.

Multiplicamini, etcetra,

dijo Dios al padre Adán,

y yo quiero ese refrán

seguir al pie de la letra.

Mas no fundo mi porfía

en una incógnita unión

que es regla de aligación

o de falsa compañía.

No a fe, y en buen testimonio

del fin que mi amor barrunta

quiero la regla conjunta

que se llama matrimonio.

Si no sumo grandes bienes

tengo un caudal de razones;

piensa que no hay proporciones

cual la que en tu mano tienes.

Y si bien no da la ciencia

para pavos ni perdices,

ni tengo bienes raíces

ni he de elevarme a potencia.

Sabré, aunque el mundo lo note

prestar a interés compuesto,

y solamente con esto

multiplicaré tu dote.

Espero respuesta el martes.

Madrid, tantos... sin errata.

Tuyo,

          Pascasio.

                         Postdata:

Si me desprecias me partes.

 

               Por copia

          M. Ossorio y Bernard

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